9.5.05

Algunas lecturas de fin de semana

- Mátame, de David Lapham. Una historia negra con todos los tópicos del género (suicidios, asesinatos, juicios, venganzas, contraposición entre personajes de alta cuna y otros salidos de los bajos fondos), pero magníficamente narrada y que engancha hasta el punto de que no la puedes dejar hasta el final. Aunque, eso si, el final era un tanto previsible, pero, a pesar de esto, es una magnífica compra. Por cierto, me encanta el personaje de la vieja ricachona: clavadito a Angela Chaning.

- Skin Deep, de Charles Burns. Otra recopilación de historias de Burns en su línea de siempre, con personajes y situaciones absolutamente grotescas: un americano típico, pero con el pequeño defecto de tener un corazón de perro (cosas del sistema sanitario americano); un predicador que habla con Dios de verdad (un Dios un tanto peculiar, eso si); y una mujer que encuentra a su marido, después de la guerra, un tanto "cambiado". El dibujo, como siempre, el más adecuado para el tono de las historias.

- Runaways. Una de las pocas series (por no decir la única) que ha sobrevivido de la línea Tsunami. Recordemos que esta línea fue un invento de la Marvel para atraer a un público adolescente y femenino (es decir, el público tipo del manga, que está arrasando en los USA), con historias que pudieran atraer a este sector y un dibujo de eso que llaman "amerimanga" (que no es más que lo mismo de siempre, pero más lento y con los ojos más grandes). El invento fue un fracaso absoluto, y todas las series fueron cerrando tarde o temprano (más temprano que tarde), y ésta es una de las pocas que llegó a una cantidad más o menos aceptable (18 números), e incluso ha tenido una continuación. En esencia, esta serie responde al objetivo de la línea, es decir, una serie para adolescentes, en este caso además protagonizada por adolescentes. La diferencia con las demás series es que esta tiene un gran guionista, acaso de los mejores que hay ahora en el panorama superheroico americano (Brian Vaughan) que consigue que la historia se haga interesante y, lo más importante, que los personajes no sean absolutamente odiosos (cosa que suele ocurrir cuando estos están la edad del pavo). En resumen, tengo muchas ganas de ver como continúa la historia en el siguiente número, y esto es lo más importante cuando se habla de un cómic que, además, se publica por numeros sueltos y no en tomo.

Por cierto, un inciso: para los muchos que no tengais claras las compras de este Salón (como un servidor) acudid a La carcel de papel, donde Álvaro Pons ya ha colgado su selección; creedme, es la mejor guía para saber que comprar.

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