- Stuck Rubber Baby, de Howard Cruse. Soberbio. Probablemente el mejor cómic que haya leído este año. Una historia que pretende ser una denuncia de la terrible situación que se vivía (y probablemente se siga viviendo en gran medida, aunque no conozco demasiado la zona) en el sur de los Estados Unidos (la "América profunda") en los años 60 respecto a la homosexualidad. Pero que, sin embargo, acaba dando tanta importancia o más al tema de la discriminación racial, mostrándonos la absurda contradicción de gente tolerante con los gays pero intolerante con los negros, o viceversa. Una historia preciosa con un dibujo magnífico (mucho mejor que en Wendel, su otra obra publicada en España), y una edición extraordinaria, acorde con la calidad de la obra. Es caro, pero de verdad que merece la pena.
- Kamandi, de Jack Kirby. Creo que en algunas partes de España esta serie aún no ha salido, supongo que por obra y gracia de la curiosa distribución de Planeta. En Barcelona sí está, al menos en algunas librerías. Bien, los que vengáis siguiendo este blog desde lejos tal vez recordéis que en más de una ocasión he comentado lo poco que me gustaba Kirby. Pues bien, en esta ocasión me voy a comer mis palabras. Estas serie es magnífica. Una especie de versión de El Planeta de los Simios (supongo que posterior a la película) en la que no solo los simios, sino muchas otras especies han evolucionado tras un misterioso cataclismo para transformarse en criaturas inteligentes, que han establecido su propia cultura entre las ruinas de la civilización humana, mientras que los humanos han retrocedido hasta derivar en poco más que animales salvajes. Sólo Kamandi, recien salido de un bunker subterraneo en el que ha podido mantener al menos parte del legado humano, mantiene la inteligencia que antaño tuviera nuestra especie, y se dedica a viajar por el mundo, descubriendo un nuevo mundo totalmente diferente al que había conocido. En esta serie podríamos hablar de una crítica a la discriminación racial, de un alegato ecologista y antibelicista, de una denuncia de los males de nuestra sociedad que han sido heredados por nuestros sucesores. Y será verdad, pero por encima de todo aquí de lo que estamos hablando es de aventuras. Una serie de aventuras sin más, que lo máximo pretende (y no es poco) es entretener. Y a fe que lo consigue. Al contrario que su otra serie en solitario que he leído (El Cuarto Mundo), aquí tenemos una historia sumamente consistente, con personajes más o menos realistas y que actúan de una forma lógica. Eso sí, el dibujo sigue sin acabar de convencerme. Al menos el de los humanos, el de los animales (especialmente los leones) destaca mucho más.
- Doble Máscara 1. El Torpedo, de Dufaux y Jamar. Una historia de conspiraciones y misterios ambientada en la Francia Napoleónica, en torno al robo de un objeto del mismísimo Napoleón que, aunque aún no sepamos de qué se trata, probablemente ponga en juego el futuro del Imperio, etc. Vamos, la típica historia de suspense, pero bien narrada y con un bonito dibujo. Muy en la línea de Dufaux, especialista, en mi opinión, en hacer series puramente de entretenimiento, sin ninguna otra pretensión, al contrario de lo que suele ocurrir en muchas series europeas.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo,stuck rubber baby es lo mejor que se ha editado éste año con diferencia.
No teneis la sensacion que si la hubiese editado de ponent,astiberri o sins entido,hubiese tenido mucho mas pábulo en todos los blogs.
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