Hoy vamos a hablar un poco de videojuegos. Esta era mi gran afición hace 5 o 6 años, antes de que me picara el gusanillo de los cómics. Desde entonces juego más bien poco, tanto por falta de tiempo como de interés real. Pero mira por donde, en los últimos meses le he vuelto a pillar el gustillo. Hoy os voy a hablar del último juego que me he pulido, justo hace un rato: The Suffering.
Este juego nos presenta la Prisión de Abbott, una típica prisión americana (o sea, como las que se ven en las películas, no se como serán las de verdad), situada en la isla de Carnatte, un lugar siniestro escenario de múltiples atrocidades desde los albores de los tiempos (quema de brujas, abandono de esclavos, fusilamientos de traidores durante la II GM, trabajadores enterrados vivos, experimentos realizados en un manicomio por una especie de doctor Méngüele, múltiples ejecuciones desde que se construyo la prisión,...). Todas estas acciones han ido generando un caldo de cultivo maligno, que se desborda con la llegada a la prisión de Torque, condenado a muerte por el asesinato de su mujer y sus dos hijos (una joya de tipo, vamos). En ese momento todo esa maldad que se había generando en la isla durante el paso de los años se desencadena, en forma de un ejército de criaturas infernales que arrasan la isla. Aquí es donde comienza la aventura de nuestro héroe (o antihéroe, mejor dicho), que tienen que intentar escapar de la isla al mismo tiempo que descubrir la verdad sobre la muerte de su familia (ya que él no recuerda absolutamente nada de los hechos).
Visto así, y por la pinta inicial del juego, se podría pensar en un survival horror, tan de moda en los últimos años. Pero no. Esto es un juego puro de acción. El único objetivo es avanzar reventando a la mayor cantidad posible de monstruos. La diferencia con otros juegos de acción, y lo que le da auténtica personalidad al juego, es su ambientación. Ésta se puede definir perfectamente con una palabra: macabro. Una prisión semiderruída, oscura, siniestra, y poblada de criaturas que representan las diferentes formas de muerte que ha vivido la isla: ahorcados, enterrados, gaseados, inyectados, fusilados, ... Me encantó especialmente la parte en que se llega al cementerio de la cárcel, y, a medida que vas pasando por delante de las tumbas, oyes las voces de sus ocupantes, unos quejándose de los errores o las trampas cometidas en sus juicios, otros regodeándose de las acciones que les llevaron ahí.
Todo el juego está plagado de visiones y flashbacks, en los que veremos en directo las distintas atrocidades cometidas en la isla, así como a la familia asesinada de Torque, que se nos aparecerán de vez en cuando cual fantasmas. Y otro momento impactante es cuando te vas encontrando con supervivientes por la isla. Según si los ayudas o los liquidas, puedes acceder a uno u otro final de la historia. Pues bien, cada vez que te encuentras a uno se oyen dos voces, la de la mujer y la de uno de los malos, haciendo de ángel bueno y de demonio, diciéndote que le ayudes o que te lo cargues. Es buenísimo oír a la mujer diciendo “Ayúdale, está perdido”, y luego oyes al otro “Mátalo, es un puto inmigrante, te disparará si le das la espalda”, etc. Alucinante.
Por otro lado, me encanta el doblaje al castellano es magnífico, capta perfectamente ese tono barriobajero de la cárcel.
¿Conclusión? El juego como tal se podría hacer monótono a la larga, ya que no es más que matar monstruos uno detrás de otro, pero la cuidada atmósfera lo compensa. De verdad que vale la pena. Lastima que los gráficos sean bastante mejorables.
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